El comienzo de esta novela
narra la marcha de dos jóvenes, muy jóvenes, en dirección a Portugal un día de
1977, con el fin de abortar tras producirse un embarazo que no estaba planificado. Pero un
accidente de tráfico acaba con la vida del chico, y todo cambia.
Lo siguiente que sabemos
es que veinte años después, una madre treintañera y su hijo, viven y llevan un
camping de la costa. Ayudados por una buena amiga, lo sacan adelante. Pero la
relación entre madre e hijo es excesivamente dependiente, y de hecho cuando él
trata de establecer una relación con una joven francesa, la actitud de la madre
es cuanto menos, extraña.
La novela profundiza en la
relación compleja entre ambos, junto con lo enfermiza y manipuladora en que
puede llegar a convertirse la natural intimidad entre una madre y un hijo que
han vivido siempre solos, sin relaciones familiares. Triste, muy triste.