Bilbao, 1936. Todo
comienza con el asesinato de una prostituta. Ignacio, un joven periodista, y un
detective amigo suyo intentan averiguar qué ha ocurrido, y sus sospechas recaen
sobre un militar alemán.
Ignacio conoce a Irene,
una joven procedente de Gernika que trabaja en una librería céntrica. Queda
prendado de sus ojos grises, y comienza a acompañarla por las calles de Bilbao.
Ella tiene un amigo de la infancia, Koldo, que está enamorado en silencio de
ella y que no se atreverá jamás a declararle su amor.
Y de repente, estalla la
guerra y estos jóvenes se verán metidos en una historia que no quieren vivir
pero en la que se verán involucrados muy a su pesar. Koldo se unirá a las
tropas republicanas, guiado por su sentir vasco. El hambre, el asedio a Bilbao,
el bombardeo de Gernika, la muerte, el destierro y la cárcel acompañarán a
nuestros protagonistas, teniendo como telón de fondo a Bilbao, la ciudad del
alma dormida.
Viajé a Bilbao hace apenas mes y medio, por lo que todas las calles de las que habla Modroño me resultan familiares. Una preciosa novela, que recomendaré especialmente a los bilbaínos.
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