Un periodista de mediana
edad, cuya carrera está algo estancada, recibe el encargo de escribir, para el
dominical en el que trabaja, un reportaje sobre la desaparición de una joven.
Esta desaparición ocurrió hace ya dos años, y no hay ninguna pista que indique
qué ocurrió. La joven es una tenista española consagrada, ganadora de
innumerables títulos, y retirada hace poco tiempo. Salió a nadar una mañana, en
el mar, y nunca más se supo de ella. ¿Accidente? ¿Suicidio? ¿Secuestro? Rodrigo,
nuestro periodista, tratará de esclarecer qué sucedió con la joven.
La historia al principio
salta entre la vida del periodista y los primeros días tras la desaparición de
Paula Llorente, la tenista. Poco a poco va avanzando hasta que el final de la
investigación es trepidante uniéndose la sospecha de juego sucio con las
apuestas ilegales en el tenis, llegando a un final inesperado, o quizá esperado…
Reconozco que leí toda la
novela creyendo que el autor era Matías Prats, el Matías Prats que conozco de
toda la vida, y solo cuando acabé, comprobé que en realidad el autor es Matías
Prats, pero su hijo, o quizá debería decir el nieto ya de una estirpe de
periodistas.
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