En los alrededores de Jaca
aparece asesinada una joven que pasaba allí unos días de vacaciones. El crimen
parece estar relacionado con los rituales de una secta satánica, y allá se
dirigen Roberto Fuentes (recién aterrizado de Estados Unidos, donde resolvió
una serie de crímenes de este tipo) y Eva Ruano. El crimen se resolverá
fácilmente y sin relación con sectas ni cultos satánicos, pero acabará con la
relación de ambos.
Meses después, en
Extremadura, aparece otra joven asesinada en lo que parece ser una misa negra, y
allá se dirige Roberto Fuentes, que vive una situación de autoabandono tras la
ruptura con Eva. Poco después, ella se unirá a la investigación, pero se
encontrarán muy solos en ella, pues los altos mandos parecen estar implicados
también en esta red de cultos satánicos cuyo último fin es el poder político y
económico.
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