sábado, 30 de junio de 2012

La tierra de las cuevas pintadas



La sexta y última entrega de las andanzas de Ayla y Jondalar relata la vida de esta pareja tras tener a su hija, Jonayla, en esta Tierra de las Cuevas Pintadas que es la actual Aquitana, en el suroeste francés.
Ayla continúa con su entrenamiento como Zelandoni (sacerdotisa y curandera) y descuida su relación con Jondalar, cosa que dará lugar a malentendidos y crisis de pareja. A la vez, recibe una revelación de la Gran Madre Tierra, quien le comunica el papel del hombre (desconocido hasta entonces) en la concepción de un bebé, cosa que cambiará el pensamiento y las actitudes de la gente con los resultados que todos y todas conocemos.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Discrepo con esta afirmación, pues la segunda parte de esta saga de Los Hijos de la Tierra me pareció una maravilla. Pero llegar hasta la sexta parte me ha parecido excesivo, y esta última novela me ha aburrido durante muchos de sus capítulos.

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