Ebba es una joven del pueblo de
Fjällbacka que se fue con una familia adoptiva cuando toda su familia desapareció,
en 1974, y ella tenía sólo un año. El
suceso fue muy misterioso y, más de treinta años después, no hay pistas sobre
qué le sucedió a su familia, que desapareció durante una cena de Pascua. Como
testigos, únicamente cinco muchachos residentes en el internado regentado por
su padrastro, pero que afirmaron en su día haber salido a pescar y no saber
nada.
Estos cinco muchachos hoy tienen
más de cincuenta años, siguen viviendo por los alrededores, y parecen tener
algo que resolver entre ellos. Todo se complica cuando Ebba, tras perder trágicamente
a su hijo, decide instalarse con su esposo en la propiedad familiar. Comienzan
a sucederse los incendios, agresiones, como si el pasado no pudiera quedar atrás.
Por otro lado y como ya nos tiene
acostumbrada Camilla Läckberg, una serie de flashbacks nos llevan a la época de
la II Guerra Mundial y a la trágica historia de la tatarabuela y la bisabuela
de Ebba.
Estos sucesos serán investigados
por Patrik, el policía que protagoniza las novelas, y por supuesto por su
esposa Erica, que además de cuidar de su numerosa familia, siempre tiene tiempo
de buscar una buena historia.
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