Los disidentes que no estaban de
acuerdo con la manera de llevar la aldea de Woodbury por parte del Gobernador
han sido acallados. Han comprendido que es muy complicada la vida ahí fuera, y
que más vale tener un hombre que mantiene a los mordedores fuera de las
fronteras y hacer la vista gorda con sus desmanes.
Cuando tres forasteros llegan al
pueblo, la locura del Gobernador alcanza su punto álgido. Los tres forasteros
son nuestros viejos conocidos de la serie Glenn, Rick y Michonne, pero en esta
novela no tendrán ningún papel principal, más allá de convertirse en las
víctimas del malvado Gobernador. Salvo Michonne, que no se conformará nunca con
ser una víctima…
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