La segunda novela protagonizada
por la inspectora de policía de Barcelona Petra Delicado comienza con el
descubrimiento de un cadáver. Un hombre sin identificar es descubierto apaleado
y muerto y no parece haber pistas. La inspectora Delicado y el subinspector
Fermín Garzón son encargados de resolver el caso, un caso que a ninguno de los
dos agrada en principio.
La identificación llega,
sorprendentemente, de la mano del perro del difunto. A partir de ahí, una trama
relacionada con el mundo canino, la cría de perros y, desgraciadamente, las
peleas de perros clandestinas. Por el camino, los policías conocerán a gente
interesante, e incluso al subinspector le dará tiempo a enamorarse a la vez de
dos mujeres. A la inspectora, sólo de un hombre…
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