John Grisham comienza esta novela
con el cambio de gobierno en los Estados Unidos. El presidente saliente, que ha
fracasado estrepitosamente perdiendo las elecciones por goleada, concede un
indulto de última hora, muy discutido, a un abogado que se encuentra en prisión
por un asunto de estafa al gobierno y del que se declaró culpable.
El indultado es sacado
inmediatamente del país, conducido a Italia y escondido bajo una identidad
falsa, en teoría para protegerle de os que quieren asesinarle por las cosas que
sabe y que posee (un programa informático relacionado con espionaje militar y
por el que ya han muerto varias personas).
La trama es buena, siendo de
Grisham no podía ser mala, y quizá el final es el que está un poco
deshilvanado. Pero en conjunto, una buena novela, entretenida y que engancha.
¿Qué más se puede pedir?
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