Hace un mes aproximadamente fui al
cine con mi marido y mis hijos a ver Marte. Una maravilla de película.
Dentro del género de ciencia-ficción, de lo mejor que he visto junto con Gravity.
Por eso, cuando cayó en mis manos El marciano, decidí comenzarlo.
La historia está escrita como un
diario. Sol 6, sol 7, sol 8… en función de los soles (días marcianos) que van
pasando, y que equivalen casi a un día terrestre. Mark Watney es uno de los
seis integrantes de una misión para permanecer un mes en Marte, pero un
problema meteorológico hace que la misión se cancele y cinco de los seis
astronautas abandonen el planeta, dando a Mark por muerto.
Pero Mark sobrevive
milagrosamente, y cuando despierta de su estado inconsciente se encuentra solo
en Marte, con un habitáculo en el que habían planeado permanecer un mes, y
tiene que mantenerlo a él durante casi cuatro años. Que es lo que tardará en
llegar a Marte la próxima misión.
Mark es botánico e ingeniero mecánico
y está acostumbrado a resolver problemas. Por eso, cuando comprende lo que ha
ocurrido y lo que le espera, inventa un método para cultivar patatas con el fin
de no morir de hambre. En la Tierra piensan que está muerto y no tiene ninguna
forma de comunicarse con nadie, pero Mark es un tipo divertido y optimista.
Un canto a la supervivencia y al
buen humor de un hombre que no se rinde ante ninguna de las adversidades que el
planeta rojo va, día, tras día, colocando en su camino.
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