Me
he enganchado a Jussi Adler-Olsen por culpa de la versión
cinematográfica de esta tercera entrega del Departamento Q. Vi un
trailer en el cine, y me pareció recordar que había oído hablar de
esta saga, novela negra danesa llevada al cine. Así comencé con
esta excelente colección de historias protagonizadas por el
detective Carl, con la inestimable ayuda de Assad y de Rose-Yrsa.
Una
botella llega a la costa escocesa. Parece tener en su interior un
mensaje, pero nadie repara en ella y se queda olvidada durante unos
años. Finalmente, llega al Departamento Q, pues al ser revisada se
comprueba que contiene un mensaje de socorro escrito en danés. Un
chico afirma estar secuestrado, junto con su hermano.
Carl
comienza a interesarse por el mensaje y, tras muchas peripecias,
llegan a la conclusión de que lo escribió un muchacho llamado Paul,
que desapareció inmediatamente después de escribirlo. La familia,
perteneciente a una secta religiosa, se cierra en bando y no da
ninguna información, pero finalmente Carl consigue hablar con el
hermano menor, repudiado por la familia actualmente.
A
la vez, comprobamos que el secuestro era real y que el secuestrador
es un hombre maquiavélico que, a la vez que se investiga el crimen
de hace tantos años, está de nuevo chantajeando a una familia de
parecidas características. Los sucesos se van enlazando, nuestros
detectives van atando cabos, pero no sabemos si llegarán a tiempo
para salvar a unos inocentes…
No hay comentarios:
Publicar un comentario