Milena es una joven adolescente de la Europa
Oriental que sueña con vivir una vida mejor. En su pueblo se juega con los
huesos del cementerio, y ella no quiere que cuando muera, los niños jueguen con
su fémur. Por eso, un día decide ir a Berlín para trabajar en un restaurante. Nunca
llegará allí, sino que caerá en una red de prostitución de la que no conseguirá
salir, instalándose en Marbella para ejercer su oficio, estrechamente vigilada.
Milena es inteligente, y tras comprobar que es
imposible huir por sus propios medios (un intento fallido casi acaba con su
vida como escarmiento al resto de sus compañeras), se “asocia” con un abogado
corrupto, convirtiéndose en sus ojos y oídos, y a veces en su brazo ejecutor.
Tras un terrible asunto con las mafias rusas,
Milena es enviada a México a seguir ejerciendo, siempre controlada desde
España. No es libre, y puede no llegar a serlo nunca, pero tiene una libreta
donde apunta todo lo que sabe de los hombres con los que tiene relaciones
sexuales, además de parte del entramado económico del abogado corrupto y sus
allegados. Esta libreta es su seguro de vida y le da tal seguridad que
finalmente se convierte en la amante fija de un anciano propietario de un periódico
mexicano. Cuando éste muere, Milena queda desprotegida y pronto empezarán a
buscarla muchas facciones. ¿Quiénes son los buenos y quiénes son los malos?
Una excelente historia sobre el mundo de la trata
de blancas, donde algunas de las anécdotas (verídicas) son tan brutales que
apenas he querido pensar en ellas. Un poco liosa y enrevesada, y en ocasiones
complicada de entender, pero en conjunto una magnífica novela.
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