Vitoria es
una preciosa ciudad, repleta de rincones escondidos. Este verano estuve allí, y
me encandiló el ambiente. Las callejuelas, la ciudad construida en forma de
anillos alrededor del casco histórico… Es una ciudad tranquila. Por eso extraña
que, de repente, un asesino en serie empiece a circular por sus calles.
Unai (kraken es su apodo de adolescente) es un
policía especializado en perfiles criminales, con una triste historia personal
a sus espaldas. Estíbaliz, su compañera de trabajo, arrastra también una serie
de adicciones y problemas familiares. Juntos forman un buen tándem para
resolver los pocos conflictos que hay en Vitoria. Se incorporará a la comisaría
Alba, una subcomisaria que en seguida jugará un importante papel en la novela.
Hace veinte
años, un asesino en serie mató a ocho personas, siempre de dos en dos, siempre
varón y hembra, siempre en la misma postura… El culpable fue apresado, juzgado
y cumple pena en la cárcel pero está a punto de disfrutar de su primer permiso. Justo
en este momento, comienzan a producirse nuevos crímenes con la misma firma. ¿Es
el inductor de estos hechos el preso que está en la cárcel, es un imitador sin
relación con él el responsable, o simplemente hubo una gran equivocación hace
veinte años y el asesino aún anda suelto?
Estos
interrogantes serán los que Unai, Estíbaliz y Alba deban resolver. Recorriendo
las tradiciones más emblemáticas de Vitoria, haciéndonos sentir el horror de
los crímenes en medio de las fiestas de la ciudad, irán desenredando el hilo
que les llevará, como era de esperar, a una situación límite…
Novela negra, novela
que está de moda. Y esta, en concreto, una buena novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario