El detective Ricardo Blanco hace su primera aparición en esta
novela. En Gran Canaria, su tierra, ejerce su labor este investigador, dedicado
normalmente a casos de poca monta, hasta que aparece María Arancha Manrique,
una mujer de bandera, de la clase alta de la isla, para pedirle que investigue
cómo murió su novio. Al parecer, fue un suicidio, pero ella no puede entender
por qué querría el joven suicidarse. La familia lo ha dejado estar, la policía
también… pero ella no está de acuerdo.
Para conocer al joven fallecido, María Arancha introducirá al
detective en su círculo de amistades, con el fin de familiarizarse con el
entorno. Según va ahondando más en este círculo, comprende que no todo es lo
que parece, y que su fascinación por la guapísima María Arancha podría hacerle
un flaco favor a la investigación.
Buscaré alguna otra novela protagonizada por este canario. Un buen
entretenimiento para este verano.
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