Vuelven Bevilacqua y Chamorro con una
historia un tanto diferente respecto a las anteriores. En Formentera se ha
cometido un crimen, un hombre ha sido apaleado hasta morir. Este hombre es un
antiguo colaborador de ETA, ya cumplió su pena y ahora vive su vida en el País
Vasco.
Todos los indicios apuntan a su amante, un
joven madrileño al que había conocido por Internet y con el que se había citado
en la isla de Ibiza. La relación no había finalizado bien, y el joven no tiene
coartada para el momento del crimen, por lo que parece sencillo resolverlo.
Pero Bevilacqua no está tranquilo con la
idea, pues el joven niega convincentemente su participación en la muerte del hombre…
Decide seguir investigando en su entorno, y esto le llevará a rememorar los años
que pasó en el País Vasco a principios de los años 90, en plena lucha contra
ETA.
Esta duodécima novela protagonizada por
nuestros guardias civiles favoritos ahonda en las raíces de la lucha contra
ETA, pero también trata de entender las razones de los terroristas, pues como relataba
Tudícides, el mal de Corcira es aquél que hace, en medio de una guerra civil, tergiversar
la realidad e incluso cambiar el significado de las palabras.
Es un autor que me gusta, pero este no lo he leído. Me quedo aquí de seguidora y te invito a que te pases por mi blog si te apetece.
ResponderEliminarUn abrazo.