El antiguo agente de
policía de Chicago Cal Hooper ha decidido retirarse del trabajo y en general,
de su vida cotidiana, y refugiarse en una casita en el campo en Irlanda. Arreglar
la casa, pintarla y convertirla en un lugar habitable le parece una actividad
estupenda tras la vida frenética que llevaba en la ciudad de Chicago, que acabó
con su matrimonio.
Pero lo que no sospechaba
es que los problemas podían venir a su misma puerta a llamar, en la forma de
Trey, adolescente de apenas trece años, que ha visto cómo desaparece su hermano
mayor y nadie se interesa por dicha desaparición. A regañadientes, se ve envuelto
en una historia que él consideraba impensable en un lugar tan tranquilo…
De nuevo, Tana French
vuelve a enganchar con una historia donde la personalidad de los personajes es
más importante incluso que las cosas que les pasan (y mira que les pasan cosas…)
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