Alicia Giménez Bartlett inicia
una nueva saga policíaca, tras el éxito de Petra Delicado, de la que me declaro
fan incondicional. En esta ocasión, son dos las inspectoras de policía que
protagonizan la novela, las hermanas Berta y Marta Miralles. Hijas de una
familia agricultora del interior de Castellón, han acabado entrando a la vez en
la Policía Nacional, cada una con sus circunstancias, su carácter y sus
aspiraciones.
En su primer caso, les encargan
la investigación secreta de la muerte de Vita Castellá, presidenta de la
Generalitat valenciana. Secreta porque no ha trascendido a la opinión pública
que la presidenta fue envenenada, y los altos mandos policiales y políticos
tratan de echar tierra sobre el asunto y que no haya más escándalos políticos y
relacionados con la corrupción de la que ya ha habido.
Berta y Marta utilizarán
métodos poco ortodoxos para su investigación, sobre todo porque las
dificultades que les irán poniendo en el camino no serán pocas. Pero su
tenacidad y su saber hacer pronto darán frutos…
Una pareja de policías que
puede convertirse en una de mis favoritas.
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