Leí en algún sitio que esta
primera parte de una trilogía (La chica de servicio) era buena novela romántica.
Qué desengaño.
Una joven entra a trabajar
en casa de una familia adinerada y allí, en el minuto uno, se enrolla con el
hijo de la familia. Por supuesto, es un hombre atormentado, además de un
controlador egocéntrico, machista, violento y manipulador. Ella se supone que
tiene carácter, pero en realidad lo único que hace es discutir un poco y luego
acabar cediendo en todo, para acabar siempre en sexo.
Relato lamentable del que
por supuesto no leeré la segunda parte. Además, habría que prohibírselo a las
jovencitas.
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