El título la define
perfectamente: es una historia ridícula.
Un joven, Marcial, trabaja
en una fábrica de productos cárnicos. Es un personaje extraño, con pensamientos
muy originales. Se considera a sí mismo por encima del resto de sus congéneres
y mira por encima del hombro, pero a la vez es capaz de sentirse inferior en
determinadas situaciones y, en consecuencia, sentirse ridículo. Todo su afán es,
como le dijo su padre, “no des que hablar”, y pretende pasar desapercibido pero
a la vez brillar moderadamente… Para ello no duda en fingir una cultura que no posee,
preparando temas de conversación para enamorar a Pepita, una joven a la que conoció
casualmente y de la que se queda prendado.
El carácter de Marcial se
nos va presentando a través de su relato en primera persona, contando sus relaciones
personales con su madre, con las mujeres, con los amigos… Sospechamos que el
final va a ser tragicómico, y efectivamente no nos decepciona. Original y
maravillosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario