Un breve paréntesis
en mis últimas lecturas de novela negra para regocijarme hoy mientras vigilaba
un examen. Hasta mis alumnos y alumnas se han sorprendido de verme sonreír y
soltar alguna risa. Pero es que Manolito es genial. Elvira Lindo creó un
personaje verdaderamente entrañable, gracioso y sencillo, con este niño que
vive en Carabanchel Alto, y que cuenta sus aventuras y desventuras en el
colegio, en su barrio y en su casa.
Como co-protagonistas,
su abuelo, al que Manolito quiere muchísimo, su madre y su padre, su hermano
pequeño del que no conseguimos averiguar su nombre (es el Imbécil), y sus
amigos el Orejones López, el chulito de Yihad y Susana Bragas Sucias. También
su profesora, la sita, como dice él. Y
como fondo, la vida en un barrio empobrecido de un Madrid Sur para un niño de
finales del siglo XX. Un retrato muy realista de la vida de hoy. O de ayer, en
realidad. Porque Manolito no tiene consola.
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