John Grisham es un
valor seguro, y es lo que quería. Esta novela es un relato de intriga, enrevesado y
complicado, como muchos de los de Grisham. Un profesor de Derecho va a visitar
a su padre, juez jubilado y enfermo, y cuando llega éste acaba de morir. Cuando
empieza a revisar la casa, encuentra más de tres millones de dólares escondidos
en cajas. La pregunta es: ¿de dónde ha salido ese dienero? Ante la duda sobre
si declararlo o no, (lo que supone estafar o no a su hermano, adicto a toda
clase de sustancias, y a quien esa cantidad de dinero vendría a hundir por
completo), decide guardarlo por el momento.
Pero comienzan los
problemas cuando comprende que está siendo vigilado en su casa, que el dinero,
que ha sido guardado en guardamuebles, también está controlado. Y aún no tiene
ni idea de cómo llegó ese dinero a manos de su padre, un hombre íntegro y
honrado que jamás aceptó un soborno.