Diane es una chica
de treinta y dos años que hace un año sufrió una desgracia espantosa: en un
accidente de tráfico perdió a su marido y a su hija de cinco años. Desde
entonces no sale de casa, no se ocupa de su negocio, un café literario llamado La gente feliz lee y toma café, su
relación con sus padres (que no era buena) es casi inexistente y sólo su amigo
Félix acude aún a visitarla.
Ante la presión para
que salga, para que su vida vuelva a ser una vida, decide cambiar
definitivamente y trasladar su hogar de París a un pueblo de Irlanda,
principalmente para dejar de sufrir las visitas de Félix y su presión.
En Irlanda tendrá
una vida de ermitaña parecida a la de París, pero con un clima diferente y con el añadido de un vecino desagradable
que poco a poco empieza a agradarle. Pero Diane aún no está preparada para
dejar entrar a alguien en su vida y sustituir a su marido.
Novela agradable de
leer, aunque sin entrar en muchas profundidades.
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