La quinta novela de
esta saga ha vuelto a encandilarme. La historia comienza con un asesinato en
plena playa, mientras un joven empresario, casado y con hijos pequeños, corre
muy de mañana. Aquello parece una ejecución, llevada a cabo con una antigua
arma del ejército ruso de principios del siglo XX. Las pesquisas se encaminan
por el lado de las contrataciones ilegales de trabajadores de la Europa del
Este, pero todo está estancado.
De repente, cuando
parece que no se resolverá nada, otro hombre muere de la misma manera. La
relación entre ambos muertos es lejana pero fue muy fuerte, de amistad hace
veinte años. ¿Dónde está la conexión? Karin, tras dirigirse a una de las islas
menos civilizadas que rodean Gotland, da con la clave, que tiene que ver con
una triste historia de veinte años atrás. Pero se ve envuelta en un grave
peligro. Y finalmente, tomará una decisión sorprendente en una subcomisaria de
policía., que no podrá ni compartir con Knuttas.
Johan, el periodista
que comparte protagonismo con los policías, mientras tanto trata de recuperar
el amor de Emma, quien le abandonó tras los sucesos del final de la anterior
novela, cuando su hija Elin fue secuestrada. O quizá no trata de recuperarla,
sino de olvidarla…
No hay comentarios:
Publicar un comentario