Ahora se llama distopía. Consiste
en una sociedad ficticia, construida a partir de una serie de sucesos que la
han llevado a convertirse en lo que es. En esta ocasión, el autor nos
introduce, a través de los ojos de Destral (nick de Internet del protagonista)
y de algún otro miembro de su aldea, en una sociedad que ha colapsado. El
principio del colapso lo han constituido hechos que todos conocemos, como la
crisis económica mundial de los años 2007 y 2008, o las manifestaciones y la
acampada del 15M en Sol. Pero estos acontecimientos se han visto sobrepasados
por una crisis energética a nivel mundial, que ha acabado con los combustibles,
la electricidad, las comunicaciones, y ha terminado por transformar el mundo
civilizado en un mundo preindustrial.
Destral y sus amigos lo vieron
venir, y se instalaron en la ecoaldea (en las montañas del interior de Castellón,
aproximadamente) y vieron cómo el mundo occidental se venía abajo. Con los cálculos
hechos de que su ecoaldea podía garantizar la subsistencia de cien personas,
pusieron límites a la población. Y allí se dedicaron a subsistir.
La historia va saltando desde el
principio de la idea, con Destral escribiendo en un blog sus ideas y sus
predicciones, hasta la época actual, de hambre y necesidad. Por el camino,
conoceremos la historia de varios personajes, y pensaremos quizá un poco en
cuánto de verdad y cuánto de ficción hay en esta triste novela.
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