Harry Hole está feliz y contento con su vida
como profesor en la academia de Policía. Allí asiste su hijo adoptivo Oleg, y
su vida con Rakel, su esposa, es estupenda. Pero un día, una joven abogada es
asesinada en su propia casa, y Mikael Bellman, en breve ministro de Justicia,
chantajea a Harry para que intervenga en la investigación.
En el plazo de unos días, el asesino vuelve a
actuar dos veces más, siempre con mujeres con las que ha contactado a través de
la aplicación Tinder. Siente especial fascinación por la sangre, incluso la
bebe, por lo que en el pequeño grupo de investigación que Hole ha formado es
invitado a formar parte un psicólogo especializado en vampirismo. Un trastorno
que muchos otros psicólogos y psiquiatras estiman que no existe como tal.
Todas las pruebas parecen indicar que el culpable
es el famoso Valentin que escapó en la novela anterior, y aunque han pasado
varios años sin dar señales de vida, ahora parece ser el momento de cazarle.
Pero aunque un depredador sea cazado, nunca sabemos las sorpresas que nos puede
deparar el destino…
Nunca me decepciona, ahora estaré a la espera
de la próxima entrega.
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