El primer capítulo de esta novela, una especie
de prólogo, narra cómo hace casi treinta años, un policía a punto de jubilarse
llega a una casa en el campo y descubre uno tras otro a casi todos los
habitantes de la casa asesinados, justo antes de ser asesinado él también. Nada
más sabemos del asunto, aunque sospechamos que tendrá un papel importante en la
historia.
Ya en la actualidad, todo comienza el día en
que Rosa Hartung, ministra de Asuntos Sociales de Dinamarca, se incorpora a
trabajar tras un año desde que su hija desapareciera. Nunca se halló su cuerpo,
pero un hombre confesó el crimen, y tras perder la esperanza de hallarla con
vida, la ministra va a volver al trabajo.
Pero ese mismo día es asesinada y terriblemente
mutilada una joven madre cuyo cuerpo aparece sin vida y a falta de una mano,
acompañada de un muñeco de castañas, tradición danesa de otoño. Pocos días
después el suceso se repite, aunque en esta ocasión faltan ambas manos, y todo
hace pensar que se trata de jóvenes madres que no han sido capaces de proteger
a sus hijos del maltrato.
La trama continúa, y hay dos policías, hombre
y mujer, que poco a poco se van adentrando en el asunto, incluso cuando todo
parece resuelto, no cejan en su empeño de explicar todas las pequeñas cosas. En
conjunto, una gran novela negra.
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