Una estupenda historia que transcurre en un
pueblo de la sierra de Córdoba, Hinojosa del Duque. De allí es una buena amiga
mía, y cuando cayó esta novela en mis manos decidí leerla. No me ha decepcionado.
El sargento Barbancho pertenece a la Guardia
Civil de Hinojosa del Duque. Transcurre el año 1920, es 14 de agosto, víspera
de la festividad de la Virgen, y está también muy cercana la feria de Hinojosa.
Hay cada vez más forasteros en el pueblo, y durante la calurosísima tarde
aparece el cuerpo asesinado de una joven, brutalmente agredida.
La joven no parece ser nadie de la localidad,
pues no se denuncia su desaparición. Pero tras unos días de pesquisas, finalmente
será identificada. Cierto detalle relaciona el crimen con otro sucedido tres
años atrás en la capital, Córdoba. El sargento empieza a tener sospechas con
respecto a una persona, pero no puede probarlo. Se le ocurrirá una trampa que
tender, para lo que necesitará la ayuda de su esposa.
La trama es buena, y las descripciones de la
vida a principios del siglo XX creo que son bastante acertadas. Supongo que
cualquier persona de Hinojosa disfrutará aún más que yo leyendo esta novela,
pues los paseos por todo el pueblo, recorriendo calles, iglesias, fuentes… son
descritos con el evidente cariño de un natural del pueblo.
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