martes, 26 de julio de 2016

Las lágrimas de Hemingway


He estado hace unos días en Pamplona, exactamente el 15 de julio, en plena jornada de limpieza tras los Sanfermines. He visto la calle Estafeta, el corralillo de Santo Domingo, la plaza de toros, la estatua de Hemingway… Quizá por eso me ha gustado tanto esta novela.
Comencé sin saber cuál era el argumento, ni dónde ni cuándo se desarrollaba. Cuál sería mi sorpresa al encontrarme metida de lleno en los encierros de un día de los Sanfermines, con un muerto por asta de toro que desde el principio vemos que no ha sido una cogida normal.
El inspector Iturri, policía de Pamplona, es el encargado del caso. Lola MacHor, abogada de profesión, se ve inmersa en la investigación por ser compañera de trabajo (y rival) del fallecido. Por una serie de circunstancias, incluida la ineptitud y quizá algo más de un policía llegado de Madrid para la investigación, Lola y su marido Jaime son detenidos como sospechosos de haber cometido el crimen. Pero el inspector Iturri no lo ve claro y sigue investigando…
Una excelente novela negra donde resulta de vital importancia conocer al fallecido (por antipático que nos resulte) para conocer los hechos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario