Hace dos años, un niño pequeño desapareció en un centro comercial
y nunca se supo más de él. La investigadora del caso perdió el sueño y casi la
salud, pero no consiguió dar con el niño ni con ninguna pista acerca de su
paradero.
Dos años después, de nuevo un pequeño desaparece en el mismo
centro comercial, un niño muy parecido físicamente al anterior. De nuevo vuelve
el vaivén de búsqueda de pruebas y de nuevo parece no haber testigos ni pruebas
del caso.
Los hilos de los que va tirando la policía se mezclan con el papel
de los periodistas en el caso. El relato va creciendo y creciendo, y cuando
desaparece un tercer niño, vemos que el final está ya cerca. Pero el final nos sorprenderá,
y mucho, y escucharemos la explicación de quien dice “no soy un monstruo”.
Excelente novela negra, con un merecido Premio Primavera de Novela 2017.
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