lunes, 3 de junio de 2019

Petirrojo



Estoy totalmente enganchada a Harry Hole. En esta ocasión, mi detective noruego favorito no se desplaza a ningún país lejano, como en las dos anteriores entregas, sino que toda la novela transcurre en Oslo (salvo los saltos en el tiempo, que nos llevan por las trincheras de la II Guerra Mundial).
Harry Hole es “ascendido” contra su voluntad, tras un incidente bastante desafortunado, a comisario, fuera de su habitual ambiente. Curiosamente dará con la pista de un rifle vendido en Noruega, pero no un rifle cualquiera, sino el mejor rifle jamás fabricado, capaz de atravesar cualquier coraza. Sabe que está en Noruega, pero no sabe para qué. Y cuando a Harry se le mete una cosa en la cabeza, no importa que sus superiores le digan que lo deje, el no cejará en su empeño.
Con la ayuda de su compañera Ellen se dedicará a la búsqueda del arma y del comprador. Tirando de los hilos, llegará a un pequeño grupo de combatientes en la II Guerra Mundial en el bando alemán, un grupo de “traidores” a la patria noruega. Parecen ser personas totalmente integradas en la sociedad… o quizá no.
Por lo que he leído, en su día esta se consideró la mejor novela negra noruega de todos los tiempos. Y no sé si será la mejor, pero desde luego, buena es.

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