Había leído algún libro de
John Boyne aparte del maravilloso El niño del pijama de rayas. En esta
ocasión, la historia se narra a través de los ojos de un niño. Alfie vive en Londres
durante la I Guerra Mundial. Su familia cambió el día que, cuatro años atrás,
su padre se alistó para luchar por su país apenas comenzó la guerra. Hoy, vive
con su madre, pasándolo verdaderamente mal para pagar las facturas, por lo que
comienza a trabajar de limpiabotas en la estación de King’s Cross.
Alfie es un niño muy
inteligente. Por eso, comprende que no puede ser verdad que su padre haya
escrito durante tres años y que ahora no pueda escribir por estar en una “misión
especial”, como le cuenta su madre. Cuando un día, accidentalmente, descubre
que en realidad podría estar en suelo inglés, en un hospital, no lo piensa dos
veces y decide que sacará a su padre del hospital para llevarlo a casa.
Una historia preciosa, con
un protagonista entrañable que no podremos olvidar.
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