He de reconocer que me encantan las historias de catástrofes. Da igual que sea un avión estrellado y sus supervivientes, una pandilla de alienígenas dispuestos a destruir el planeta o un metorito que provoca un macrotsunami. En esta ocasión, el mago del terror, Stephen King, suelta un virus destructor de algo aparentemente inofensivo: una gripe. Pero esta supergripe, el Capitán Trotamundos, mata a más del 99% de la población mundial, siendo inmunes a ella unos pocos "elegidos". Obviamente, entre estos "elegidos" hay buenos y malos. Y regulares.
También ronda por esa América superviviente el mal, que toma forma de hombre, de cuervo, de lobo... A su alrededor se aglutinan los más malvados, pero también gente normal. Y alrededor de Madre Abagail, una anciana ancianísima se concentrarán los buenos, pero también algunos de los malos...
El bien contra el mal y la supervencia de ambos, la eterna historia contada de manera excelente por King.
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