domingo, 26 de marzo de 2017

La ridícula idea de no volver a verte


Cuando supe que esta novela era una biografía de la dos veces Premio Nobel Marie Curie, no lo dudé. Marie Curie siempre ha sido para mí una referencia, supongo que por ser de las pocas mujeres científicas que han pasado a la historia.
Rosa Montero comienza su novela hablando del duelo, del dolor y de la pérdida que sentimos ante la desaparición del ser amado. Se identifica con el dolor de Marie Curie, quien perdió a su esposo y compañero de investigación Pierre Curie en un fatídico accidente, cuando fue atropellado por un coche de caballos. A partir de ahí, siempre tomando como hilo conductor ese dolor por la pérdida, va hilando desde la niñez de Marie, en una Polonia inexistente como nación, viviendo en la pobreza, pero con la ilusión de estudiar en la Universidad, su período como institutriz, su llegada a Francia, su encuentro con Pierre Curie, su enamoramiento y colaboración científica que desembocó en un Premio Nobel en Física compartido.

Tras la muerte de Pierre, Marie seguirá investigando inmersa en su dolor, y conseguirá aún otro Premio Nobel en Química. Analizando el diario que Marie escribió en el año posterior, Rosa Montero va ahondando en los sentimientos de una mujer que además de ser científica tuvo que ser esposa, madre y ama de casa sin poder renunciar a ese rol de cuidadora que tenían las mujeres de principios de siglo XIX, ni siquiera por estar desarrollando la insigne labor que realizó.

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