Leí este libro en el instituto, como lectura obligatoria,
y siempre estuvo en mi casa, de vez en cuando volvía a él.
Holden Caulfield es un joven de dieciséis
años, descontento con el mundo y con su existencia. Tiene un hermano mayor
escritor de guiones en Hollywood, una hermana pequeña de diez años, y hace dos
años murió su hermano Allie, cosa que obviamente le marcó.
La historia transcurre durante apenas dos
días, desde que Holden se va de su colegio antes de tiempo, pues le han
expulsado y no quiere quedarse allí, tomándose las vacaciones navideñas con unos
días de antelación. Se va a Nueva York, donde se encuentra su casa familiar,
pero se instala en un hotel y decide ir y venir. Las personas a las que conoce,
con quienes se relaciona, sus pensamientos un tanto inconexos… No podemos menos
que sentir una profunda lástima por este muchacho perdido en la gran ciudad,
sin deseos y con una extrema apatía por casi todo lo que le rodea. Quizá solo
le salve el amor que siente por su hermana.