Relato corto de Mikel Santiago
en el que un anciano alemán, antiguo combatiente del ejército nazi en la II
Guerra Mundial, pasa sus últimos días en una residencia para mayores. Uno de
los cuidadores se ha convertido casi en un hijo para él, y es quien escucha sus
confidencias durante una noche en la que el hombre parece haberse vuelto loco,
pues cuenta haber visto un perro negro enorme que ya en su juventud, durante la
guerra, le causaba pavor.
La historia que cuenta
tiene un componente mágico y demoníaco que nuestro joven cuidador no cree, pero
cuando esa misma noche el anciano muere en extrañas circunstancias, comprende
que quizá la desventura era más real de lo que él quiso pensar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario