Camilla Läckberg puede
hacerlo mucho mejor, lo sé porque he leído toda su saga de novela negra. En
esta ocasión, se queda únicamente en la fachada.
Cuatro adolescentes de
buena familia (por no decir unos pijos insoportables) deciden pasar la noche de
fin de año en casa de uno de ellos, pues los cuatro matrimonios que forman sus
padres lo celebran también juntos en una casa vecina. Son maleducados,
frívolos, superficiales y también, por qué no, ruines. Yo no he conseguido
empatizar con ninguno de ellos, ni siquiera con Liv, la más protagonista de
todos. Parecen disfrutar de una vida feliz pero todos ellos guardan secretos
familiares que se irán desvelando mientras juegan al juego que todos conocemos “Verdad
o reto”.
La autora no ahonda en los
caracteres de los jóvenes y se queda en la superficie, y es imposible
engancharse a ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario