La protagonista de la novela
es, indiscutiblemente, Holly. Una mujer insegura e hipocondríaca, cuya madre
hizo todo lo posible por conservarla a su lado y convertirla en dependiente. La
hemos seguido en su trayectoria hasta que se ha convertido en investigadora
privada, independiente y más feliz, pero aún arrastrando inseguridades.
Durante el verano de 2021,
con una pandemia mundial arrasando su ciudad, Holly es contratada por la madre
de una joven que ha desaparecido. Está sola, pues su socio está pasando un
COVID persistente que no le permite trabajar, y sus amigos y colaboradores Jerome
y Barbara están enfrascados en diversos proyectos. Aun así, indagando en los alrededores
del lugar de desaparición, consigue conectar esta desaparición con algunas
otras ocurridas años atrás. ¿Puede ser que exista un asesino en serie fuera del
radar de la policía?
Holly deducirá y se dejará
guiar por su intuición, cosa que, como suele ocurrir, la pondrá en peligro una
vez más.
Como de costumbre me ocurre
con King, no he podido parar de leer al final.