Hace unos días celebramos el Día del Libro en mi instituto con un “amigo lector invisible”. Yo recibí dos libros, y uno de ellos ha sido este, que he devorado en apenas un día.
Es un libro corto, de 157 páginas, ameno e instructivo. Me ha servido para recordar muchas de las matemáticas que aprendí hace tantísimos años, novelando de manera muy didáctica un problema: el de la conjetura de Goldbach. La premisa es básica: cualquier número par puede escribirse como suma de dos números primos. Parece que es verdad, de hecho se ha demostrado para infinidad de números pares, pero no para todos ellos. Por eso sigue siendo una conjetura, una que los matemáticos conocen y que algunos intentan demostrar.
Esta es la historia del tío Petros, un matemático que intentó demostrar la conjetura y que fracasó en el intento. Pero también es la historia del fracaso, del orgullo, de la perseverancia y de la desesperanza. Un libro estupendo que todos los que hemos estudiado matemáticas sabremos apreciar. Y muchos que no las han estudiado.