Curiosa y original novela que he leído en apenas un día (además, es corta). Aborda un género que me gusta, el distópico, y lo hace de manera amena y fácil de leer.
Una mujer, de la que no conocemos el nombre y solo intuimos la edad, escribe en primera persona sus experiencias, ya en la vejez. Sus primeros recuerdos son estar encerrada en un sótano con otras treinta y nueve mujeres, siendo ella “la pequeña”. Como más adelante todas sospechan, ella debió llegar allí por error, pues todas las demás tenían unas edades parecidas, y ella tenía al menos veinte años menos.
El encierro no tiene explicación, y de hecho un día, el sonido de una alarma hace que sus guardianes desaparezcan dejando las llaves al alcance de su mano. Escapan de su encierro para comprender que han pasado de estar confinadas en un sótano a estarlo a plena luz del día, en un lugar que no reconocen y del que no comprenden ni la climatología ni las estrellas, hasta el punto de sospechar que no están en el planeta Tierra.
Buscarán la civilización, pero solo encontrarán sótanos parecidos al suyo, donde hombres o mujeres no tuvieron la misma suerte que ellas y murieron dentro de la celda. Y así transcurrirá el resto de su vida, cuando todas sus compañeras de encierro vayan falleciendo por causas naturales y finalmente solo quede ella para contar lo que pasó. O lo que ella sabe de lo que pasó, pues jamás volverá a la civilización y morirá sin saber.